Cazas bimotores japoneses (III)
NAKAJIMA
J1N Gekko
Hasta ahora los modelos vistos han sido ejemplares solicitados por el Ejército Japonés, aunque es cierto que también la Armada llegó a interesarse en las ultimas etapas de la Guerra por algunos de esos modelos del Ejército.
Y no es por que la Armada no tuviese interés en un aparato de este tipo, ya que en junio de 1938 planteó la Especificación 13-Shi para un caza bimotor. La razón que generalmente se cita para ello es que con anterioridad a esta Especificación, durante los combates en China, los bombarderos de la Armada Mitsubishi G3M tenían que realizar misiones de largo alcance, en las que no podían ser escoltados por sus cazas entonces en servicio, los Mitsubishi A5M1 y -2, por lo que comenzaron a sufrir fuertes pérdidas. Por ello, las necesidades de la Armada eran algo distintas a las del Ejército, focalizando el interés en un caza de escolta lejana, con menos énfasis en las tareas de ataque al suelo e intercepción. Por tanto, la 13-Shi pedía un aparato bimotor triplaza con un alcance de 2.100 km con el combustible interior, ampliable a 3.700 km con depósitos extra. La velocidad máxima se estableció en no inferior a los 520 km/h, el tiempo de ascensión a 4.000 metros en 6 minutos, y el armamento frontal de dos ametralladoras de 7,7 mm y un cañón de 20 mm, aparte del consabido armamento defensivo. Por supuesto, por no faltar a la tradición japonesa, se pedía una maniobrabilidad comparable al futuro caza embarcado Mitsubishi A6M, que por entonces aún estaba en proyecto.
Para cuando la Armada realizó su propuesta, el Kawasaki Ki-45 ya estaba bastante avanzado en su estudio preliminar, y aparte de la tripulación de tres y el rango de vuelo, las demás características de la Especificación (velocidad máxima, trepada, armamento, maniobrabilidad) no eran muy diferentes al modelo del Ejército. Pero aquí entramos en la histórica rivalidad entre estos dos servicios, capaces de duplicar proyectos por el sólo hecho de no compartirlos entre ellos: si el Ejército pudo tener sus propios sumergibles, la Armada tendría sus propios cazas pesados basados en tierra, que por supuesto no podrían operar desde portaaviones. Evidentemente las necesidades de cada servicio eran distintas, por lo que en muchos casos necesitaban de modelos diferentes, pero el caso japonés en esa época fue excesivo. La Armada ni siquiera presentó el proyecto a Kawasaki (que de todas formas generalmente sólo producía para el Ejército), pidiéndole proyectos sólo a Mitsubishi y a Nakajima, los otros dos grandes constructores del país, aunque Mitsubishi, al igual que hizo en la propuesta del Ejército que llevaría al Ki-45, se retiró del proyecto desde el principio, alegando carga excesiva de trabajo en nuevos diseños.
Nakajima si que aceptó el reto. Y no era sencillo, ya que compaginar un rango de vuelo tan enorme con un aparato del tamaño adecuado para ser muy maniobrable no era tarea fácil. A las órdenes del ingeniero Katsuji Nakamura (que con anterioridad había diseñado el B5N "Kate") se tuvo listo una maqueta en madera a escala real en diciembre de 1939, y tras ser aprobada por la Armada, se inició la construcción del primer prototipo, denominado J1N1. Para entonces el proyecto recibió su primer revés, y es que en ese momento el ritmo de los combates en China había decrecido bastante, a lo que hay que sumar que la última variante del Mitsubishi A5M, el modelo -4, era capaz de llevar depósitos extra que le otorgaban una autonomía de unos 1.200 km. Además, las primeras pruebas con el nuevo Mitsubishi A6M revelaron que se trataba de un caza soberbio, que además poseía un alcance excepcional. De repente, la necesidad de un caza bimotor de escolta lejana parecía no tener sentido. Esos fueron algunos de los factores que retrasaron la finalización del primer prototipo, pero no fueron los únicos, ya que Nakajima ideó para el modelo un sistema defensivo de torretas artilladas manejadas remotamente. Dos torretas escalonadas en línea en la pare trasera del fuselaje, armada cada una con dos ametralladoras de 7,7 mm. Generalmente todos los modelos de esa época equipados con torretas de control remoto sufrieron problemas con ellas, y el J1N1 no fue una excepción.
El proyecto se demoró tanto por todas esas causas que el prototipo no realizó su primer vuelo hasta el 2 de mayo de 1941. El J1N1 apareció como un bimotor de ala baja y aspecto convencional pero de líneas limpias, sólo algo afeadas por el "doble" escalón en la parte posterior de la cabina para las dos barbetas escalonadas. Los motores elegidos fueron los Nakajima Sakae 21 y 22 radiales de 14 cilindros en doble estrella y 1.130 hp, donde los numerales hacían referencia al distinto sentido de giro para eliminar el efecto de par de torsión. Para cumplir con los requisitos de maniobrabilidad, se le dotó de grandes alerones de recubrimiento textil, flaps ranurados que se desplegaban 15º para los combates cerrados (y hasta 40ª para los aterrizajes) y largos slats de borde de ataque.
Detalle de las dos torretas artilladas, cada una con dos ametralladoras de 7,7 mm. El sistema hidráulico del avión movía las dos torretas (así como los flaps y el tren de aterrizaje). Aunque muy novedosas en Japón, las torretas de accionamiento remoto nunca funcionaron bien, aparte de añadir un peso considerable al modelo.
Uno de los aparatos de reconocimiento J1N1-F, que fueron equipados con torretas de diferentes orígenes. La de la imagen puede que se trate (aunque no lo tengo nada claro) de la que estaba equipada con dos ametralladoras de origen alemán MG 131 de 13 mm.
Caza nocturno J1N1-S Gekko armado con los cañones de tiro oblicuo superiores e inferiores.
Las pruebas pronto revelaron que el avión tenía exceso de peso, en gran parte debido a los complejos mecanismos de las torretas, que además sencillamente no funcionaban bien, y también a la enorme cantidad de combustible necesaria para el rango de vuelo especificado, por lo que las prestaciones fueron decepcionantes. Surgieron además problemas con los motores: el Sakae 22 montaba un sistema de engranajes para poder girar al contrario que el "original" -21, y resultó en una pequeña pérdida de potencia del motor, lo que originó problemas de empuje asimétrico. Su mejor punto a favor fue la buena maniobrabilidad, excelente para un bimotor de ese tamaño (17 metros de envergadura), pero que aún así era claramente inferior al A6M, En definitiva, comparándolo con el nuevo caza Zero, su única ventaja con respecto a éste era su mayor autonomía, pero como se consideró que la del Zero era lo suficientemente apropiada, el proyecto quedó casi terminado en ese momento.
Afortunadamente la Armada se percató de la necesidad de sustituir sus aparatos de reconocimiento con base en tierra Mitsubishi C5M (Ki-15), y se pensó en aprovechar el nuevo bimotor para utilizarlo en este cometido. Para ello se remodeló el aparato en varios aspectos, reduciendo la capacidad de combustible interno en casi 500 litros y eliminando el armamento frontal para ahorrar peso, manteniendo dos puntos de anclaje bajo las alas para depósitos de combustible para poder cumplir con la autonomía necesaria. Se desmontaron las complicadas torretas defensivas y en su lagar se instaló un arma simple de 13 mm de accionamiento manual, y se eliminó el problema de los motores Sakae 22 instalando dos del modelo -21 girando hacia el mismo lado. Este modelo modificado fue nombrado como J1N1-C, y comenzó a llegar a las unidades de combate a mediados de 1942. En otoño de ese año fue avistado por primera vez por los Aliados en la zona de las Islas Salomón, y pensando que era un nuevo caza bimotor, recibió el nombre en el Código de "Irving".
Tratándose de un modelo para reconocimiento de larga distancia de la Armada basado en tierra, la demanda del nuevo modelo no era alta, ya que en ese momento la necesidad de aparatos de primera línea era cada vez mayor, por lo que sólo se construyeron 54 ejemplares de esta versión entre primavera de 1942 y la de 1943. Posteriormente parece ser que la nomenclatura se cambió por la de J1N1-R, y al parecer una unos cuantos aparatos, quizá sólo cuatro, recibieron la denominación de J1N1-F. Posiblemente fueron conversiones realizadas de los J1N1-C (R) en los que se probaron diferentes combinaciones de armamento defensivo instalándoles torretas artilladas. Hay algunas imágenes en las que aparecen con lo que parece ser una enorme torreta esférica heredada de los prototipos del bombardero pesado Nakajima G5N equipada con un cañón de 20 mm, que generaba una gran resistencia aerodinámica. En otra imagen parece estar equipado con otro tipo de torreta más pequeña armada con dos ametralladoras de origen alemán MG 131 de 13 mm, e incluso puede que otro montase una torreta similar a la del Kawanishi H8K con un cañón de 20 mm.
A pesar de todo ello, el resultado no fue muy satisfactorio, y el aparato era claramente inferior en este cometido comparándolo con el Mitsubishi Ki-46 Dinah del Ejército, por lo que la Armada finalmente comenzó a utilizar el Ki-46 para las labores de reconocimiento lejano. Los pocos J1N1-C empezaron a languidecer olvidados, repartidos por diferentes bases del sureste del Pacífico.
Posiblemente este hubiese sido el fin del bimotor de Nakajima si no fuera por la ocurrencia del Comandante Yasuna Kozono del 251º Kokutai y segundo Jefe del Grupo Aéreo Tinián con base en Rabaul de instalar cañones de tiro oblicuo y utilizar el modelo para contrarrestar las incursiones nocturnas de los Consolidated B-24 Liberator y Boeing B-17 Flying Fortress. El Comandante Kozono propuso utilizar el espacio del navegante y de las anteriores torretas artilladas para instalar, en principio, dos cañones de 20 mm con ángulo de 30º disparando hacia arriba y otros dos con igual ángulo hacia abajo. Para mayo de 1943 tenía dos aparatos remodelados, que recibirían la denominación de J1N1-C KAI (recordemos: KAI = modificado) y el sobrenombre de Gekko ("Luz de Luna"), por el que finalmente fue conocido el modelo. La noche del 21 de mayo de 1943 se consiguieron dos derribos de sendos Boeing B-17E del 64º BS (43º BG) que atacaban el área de Rabaul por parte del Alférez de la Armada Shiguetoshi Kudo con el Alférez de Navío Akira Sugawara actuando como observador.
De repente la Armada se dio cuenta de que podía tener un caza nocturno eficaz, y solicitó a Nakajima que continuase la producción del modelo ya modificado desde fábrica, mientras se procedía a modificar al nivel KAI muchos de los aparatos de reconocimiento J1N1-C ya construidos, aunque es difícil saber en qué número. Comenzando en agosto de 1943, rápidamente se construyeron unas 122 unidades del ahora nombrado J1N1-S Gekko (posteriormente J1N2). Incluso estos nuevos aparatos de fábrica estaban poco estandarizados, ya que tenían diferencias en el armamento: algunos no montaban los cañones de tiro inferior, otros montaban hasta tres cañones de disparo hacia arriba, mientras que algunos conservaban la ametralladora defensiva y otros no. Algunas unidades montaron pequeños reflectores en el morro, y con posterioridad, unos pocos ejemplares montaron los primeros radares AI con antenas en el morro. Esto, unido a las transformaciones en bases de avanzada de los antiguos aparatos de reconocimiento para llevarlos al nivel -KAI, que variaron según distintos criterios, ha hecho que la identificación exacta de los modelos sea muy complicada.
A la izquierda aparece el Comandante Yasuna Kozono, y a su derecha el Alférez Shigetoshi Kudo, el "Rey de la Noche", probablemente los dos hombres que "relanzaron" la carrera, casi terminada, del J1N1, el primero al insistir en armarlo con los cañones oblicuos, y el segundo, al conseguir las primeras victorias contra los bombarderos norteamericanos. La imagen está tomada en Rabaul en julio de 1943, y muestra la ceremonia de entrega de la espada de gala y de la mención especial del Vicealmirante Jinichi Kusaka, al mando de la 11ª Flota Aérea de Rabaul, al Alférez Kudo por sus derribos nocturnos. Kudo terminó la Guerra con 9 victorias confirmadas, pero en mayo de 1945 quedó gravemente herido en un accidente durante un aterrizaje ya en territorio japonés. Murió en 1960 por complicaciones de las heridas sufridas en ese accidente.
El último modelo de producción del Gekko, el J1N1-Sa, equipado con las antenas de radar en el morro y en este caso con dos cañones de tiro oblicuo superiores escalonados. Esta última versión había reducido definitivamente el tamaño de la cabina.
La versión "definitiva" fue el J1N1-Sa (luego J1N3), del que se construyeron unas 176 unidades antes del fin de la producción en diciembre de 1944. Este modelo eliminó la parte posterior de la carlinga, que ahora quedaba a un sólo nivel, por lo que se deshacía definitivamente de la plataforma donde se instalaron en su momento las barbetas artilladas. Con todo, de nuevo la producción no fue estándar, ya que hubo modelos con cañones superiores e inferiores, y otros que eliminaron los inferiores y llegaron a montar tres y hasta cuatro cañones de tiro oblicuo superiores. La mayoría de las unidades montaron radares AI con antenas Yagui en el morro.
En definitiva, el Nakajima J1N comenzó su vida como caza de escolta de largo alcance, para ser transformado en aparato de reconocimiento y una vez más reciclado como caza nocturno, donde ofreció su mejor papel, sobre todo en la zona de las Salomón, Nueva Bretaña y Nueva Guinea. Pero los norteamericanos, una vez que se dieron cuenta de que eran cazas nocturnos los que los estaban derribando (al principio se pensaba que era la AA o las colisiones en el aire), sencillamente dejaron poco a poco las misiones nocturnas por las diurnas, donde gozaban de superioridad casi total, y meses después los avances Aliados terminaron por sobrepasar la zona. Posteriormente los pocos Gekko restantes se trasladaron a las Filipinas y conforme avanzaba la Guerra se fueron retirando hasta sus propias islas, donde consiguieron derribar, quizá, un par de docenas de Boeing B-29 Superfortress, lo que dado su escaso número puede parecer una buena cifra, pero realmente habría que preguntarse si su relativa buena actuación desde la zona de Rabaul y sobre los B-29 valió el desarrollo completo del modelo, que en general no era superior, ni mucho menos, al Kawasaki Ki-45 Toryu como caza ni al Mitsubishi Ki-46 Dinah como aparato de reconocimiento. Pero claro, ambos eran aparatos del Ejército. La producción total del modelo llegó a unas 479 unidades aproximadamente.
Ilustración de un J1N1-S, sin radar y sin los cañones inferiores. Las nueve marcas de victorias de la fila superior son "probables", mientras que las cinco de la fila inferior son confirmadas, pero las victorias pertenecen a este aparato en concreto, que fue pilotado por varios aviadores. La pareja a la que se hace referencia en la ilustración (Endo y Nishio) lograron 3 victorias con este aparato. El Teniente Endo se adjudicó, con este y otros aparatos, un total de 8 victorias sobre los B-29 antes de morir el 14 de enero de 1945 al resultar alcanzado por el fuego defensivo de un Superfortress.
Imágenes originales del J5N Tenrai las hay de muy poca calidad, ya que la mayoría están muy retocadas. Este aparato, en un estado lamentable, tiene trabadas las superficies de control de la cola y un numeral "A 17" dentro de lo que queda del Hinomaru del fuselaje. Una lona cubre parte de la cabina, y el numeral de la cola acabado en "56" quizá lo identifica como el último de los seis prototipos construidos, pero es sólo una especulación por mi parte.
J5N Tenrai
La compañía Nakajima construyó varios de los modelos más importantes de la aviación militar japonesa de la época. Algunos incluso fueron construidos en grandes cantidades (grandes cantidades para el Japón de ese momento). Quizá el modelo visto anteriormente, el JN1 Gekko fuese uno de sus modelo menos exitosos, y con todo tuvo su parcela de éxito como interceptor nocturno. Seguramente el modelo del que ahora hablamos, el J5N Tenrai, fue uno de sus mayores "fracasos".
En la primavera 1943 la Armada, al igual que el Ejército, estaba cada vez más preocupada con los bombarderos pesados norteamericanos, y le presentó una propuesta a Nakajima (Especificación 18-Shi) para un caza pesado-interceptor, bimotor y monoplaza. El requisito fundamental por parte de la Armada era una velocidad máxima de 660 km/h a 6.000 metros de altura. Hay que recordar que por entonces, en primavera de 1943, aún no se tenían por parte japonesa demasiados datos del Boeing B-29 Superfortress, para ello hacían falta aún unos cuantos meses, más o menos en otoño, cuando la inteligencia japonesa empezó a tener muchos más datos del nuevo bombardero, de ahí que la velocidad máxima se estipulara a una altitud de 6.000 metros que, al menos en principio, no sería la altitud operativa de vuelo de los B-29.
El equipo de diseño de nuevo estuvo liderado por Katsuji Nakamura, en este caso en colaboración con Kazuo Ono. Al poco de comenzar el diseño, hacia finales de primavera-principios de verano, este equipo tuvo que centrarse en la modificación de su anterior bimotor J1N1 para convertirlo en el J1N1-S específico de caza nocturna, por lo que el proyecto del J5N, como había sido denominado el modelo, se retrasó.
Generalmente se dice que se basaron en el anterior Gekko para realizar el nuevo modelo, algo bastante probable, pero cuando el primer prototipo estuvo terminado en mayo de 1944 era un aparato bastante distinto. La envergadura había disminuido en dos metros y medio, pasando el ala de implantación baja a media. La cabina del piloto, al ser para un sólo tripulante, tenía un acristalamiento mucho menor, además de estar situada más a proa, con el morro bastante inclinado para mejorar la visión. Los motores elegidos eran los Nakajima NK9H Homare 21 radiales de 18 cilindros en dos filas y con una potencia máxima de 1.990 hp, que movían hélices de cuatro palas de gran diámetro. El armamento propuesto era de dos cañones de 20 mm y dos de 30 mm, todos de disparo frontal en la parte inferior del morro.
En julio se realizaron las primeras pruebas de vuelo del Tenrai, como había sido apodado. Desgraciadamente el aparato, aún sin armamento, no logró la especificación de 660 km/h exigida, y por bastante, quedándose en unos 597-600 km/h, y la Armada inmediatamente perdió interés en el modelo. Además, para entonces se buscaban aparatos dotados con motores turboalimentados para intentar llegar a la altura de vuelo de los B-29, y el proyecto del Tenrai no los incluía al haberse presentado antes de que se supiera el techo operativo de éstos. Nakajima, que tenía hasta seis prototipos en diferentes grados de terminación, intentó continuar el desarrollo del modelo, pero en los meses siguientes la factoría donde se fabricaban los motores Homare fue casi destruida por los bombardeos, y la producción más reducida de estos motores se reservaba para los aparatos monomotores como el Ki-84 y el N1K-2J. Las factorías de Nakajima donde se montaban los Tenrai también fueron bombardeadas en los meses siguientes, y el proyecto poco prioritario del aparato terminó definitivamente en febrero de 1945. Dos unidades de las seis construidas fueron transformadas en biplazas, sin que se sepa muy bien el motivo. Cuando acabó el conflicto sólo quedaban dos unidades, ambas en bastante mal estado: el prototipo Nº3 que montaba cuatro cañones de 20 mm de tiro frontal, el el Nº6, biplaza y con otros dos cañones de 30 mm de tiro oblicuo tras la cabina. Es posible que ambas unidades fueron trasladadas a los EEUU, pero poco más se sabe de ellos.
Otra pésima imagen de dos Tenrai. El de arriba puede que sea el tercer prototipo, con la cabina claramente de monoplaza, y el de abajo muestra una cabina más alargada y el numeral de cola parece coincidir con el de la imagen anterior, por lo que puede ser el sexto prototipo que era un biplaza. Quizá fueran los dos únicos ejemplares que sobrevivieron cuando los encontraron los estadounidenses. Es destacable el morro corto e inclinado, y la ausencia de hélices en ambos aparatos.
Otra imagen de mala calidad de un Tenrai, donde al menos el modelo aún posee las hélices, y se pueden apreciar las tomas de aire superior del motor (para la admisión) y la inferior para el radiador del aceite. Más curioso aún es el trozo de avión que se aprecia al fondo de la imagen.... ¿un Nakajima J8N?...
Fuentes:
-Aviones en Combate: Ases y Leyendas Nº9: Los Ases de la Marina Imperial Japonesa 1937-1945. Osprey Aviation-Ediciones del Prado
Probablemente la foto de los dos protipos sin hélices sea posterior a la rendición de Japón.
ResponderEliminarCómo consecuencia del conocido incidente entre cazas japoneses y los B-32 del 18 de agosto de 1945 el gobierno americano exigio, al día siguiente, a los japoneses que se retirarán las hélices a todos los aviones en Japón.
Hola amigo César!! Pues tienes toda la razón, no había caído en ello!! como bien dices, es muy probable que sea así. Gracias por recordármelo, no había caído en ello cuando lo escribí. Un saludo!!
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