40 Modelos "feos"

 27- Loire 70

 No fue hasta 1926 que los astilleros navales Ateliers et Chantiers de la Loire comenzaron en la industria aeronáutica, en principio construyendo aviones bajo licencia. Poco después comenzaron a fabricarlos de diseño propio, y buena parte de ellos, como casi no podía ser de otra forma, fueron hidroaviones.
 En 1932 la Marina Francesa pasó un requerimiento para un hidroavión de largo alcance para patrulla marítima y bombardeo, y la compañía presentó su propuesta, el Loire 70, cuyo prototipo realizó el primer vuelo el 28 de diciembre de 1933.

 El aparato resultó en otro de los modelos típicos de la Francia del período, bastante anguloso y de estética "complicada". Se trataba de un hidrocanoa de construcción metálica con una tripulación de hasta ocho personas, con un ala alta de gran envergadura fuertemente arriostrada y que descansaba sobre el centro de la parte superior del fuselaje. Bajo las alas se encontraban los dos flotadores de estabilización, fijados también con grandes montantes al ala y a los costados del fuselaje. El plano vertical de cola era bastante grande y de forma cuadrangular, con las superficies planas a media altura y también arriostradas. La disposición de los motores también era algo "peculiar", con tres motores radiales Gnome-Rhône situados en posición sobreelevada con ayuda de montantes sobre el ala, dos en configuración tractora y un tercero entre ambos en configuración impulsora.

 Las pruebas se extendieron durante varios meses por la propia compañía, y a partir de  julio de 1934 comenzó otro largo período de pruebas oficiales desde la localidad de Saint-Raphaël. Tras ellas se decidieron realizar varios cambios, empezando por unos motores más potentes Gnome-Rhône 9Kfr de 740 hp. Los dos tractores recibieron capotas y carenados, pero no el impulsor, que quedaba descubierto.
La unidad de cola también se modificó, agrandando el empenaje vertical y añadiendo dos pequeñas derivas fijas en mitad de los planos de cola. También se modificaron los depósitos de combustible para darle mayor autonomía.
 Pero sin duda lo más llamativo fue el cambio en el fuselaje delantero, ya que se situó en la proa un nuevo puesto de observación muy prominente y una torreta artillada justo delante de la cabina de pilotaje. El resultado fue una sección delantera del fuselaje de lo más curiosa.

 Finalmente se construyeron siete aparatos en Saint-Nazaire (incluido el prototipo) y comenzaron a entrar en servicio a partir de junio de 1937, quedando posteriormente todos encuadrados en la Escadrille E.7 en Karouba. Cuando Francia entró en Guerra, los aparatos que quedaban en servicio comenzaron a realizar patrullas por el Mediterráneo, y para cuando Italia entró en Guerra, sólo quedaban cuatro ejemplares en servicio, tres de los cuales fueron destruidos por un ataque aéreo italiano el día 12 de junio de 1940. No está clara la suerte del cuarto y último ejemplar.

Un Loire 70 mostrando su extraño perfil, sobre todo de la zona del fuselaje delantero, con el intrincado acristalamiento para el observador y los diferentes niveles que formaban el morro, incluida la torreta artillada circular. También se aprecia la disposición de los motores y como el que está en posición impulsora carece de carenados para los cilindros. Por último, en la gran unidad de cola se aprecian los timones auxiliares en los planos.

En esta curiosa vista de un Loire 70 podemos apreciar la forma del casco y una vez más, el complejo entramado de acristalamientos del morro. También nos ofrece una buena vista del gran sistema de montantes necesarios para los flotadores de estabilización.




28- Loire 130

 De este modelo de la compañía Loire llegaron a construirse al menos 125 ejemplares, por lo que teniendo en cuenta su cometido, se puede decir que tuvo cierto éxito. Incluso a finales de la década de los 40 aún quedaba alguno de ellos en servicio.

 Este aparato también surgió de un requerimiento de la Marina Francesa de 1933 para un hidroavión triplaza polivalente embarcado y apto para ser catapultado. Loire presentó su modelo 130, que realizó el primer vuelo el 19 de noviembre de 1934. Aunque el modelo resultó vencedor frente a las propuestas de otras cuatro compañías, diferentes problemas de estabilidad retrasaron el primer pedido hasta agosto de 1936, en principio para dos versiones: el 130M (Metropole) y el 130C (Colonies), este último equipado para climas tropicales.
 Hasta 1938 no comenzó a entrar en servicio, pero a partir de 1939 se distribuyó entre varios acorazados y cruceros de la Marina, así como en el transporte de hidroaviones Commandant Teste, y en diferentes unidades en lugares tan diversos como las Antillas, el Líbano, África Occidental o la Indochina. Incluso algunas unidades de Armée de l´Air se equiparon con el modelo. Aunque los pedidos no lograron terminarse antes de la caída de Francia, los alemanes permitieron al Gobierno de Vichy que terminase otros 30 ejemplares. Cuando en noviembre de 1942 se desmontaron todas las catapultas de los buques franceses, los restantes Loire 130 pasaron a servir en unidades basadas en tierra. 
 Aunque algo lento y sin duda anticuado para los años cuarenta, este avión cumplió eficazmente sus diversos cometidos, como reconocimiento, observación, patrulla costera, reglaje de tiro de artillería y como aparato de enlace, donde resultaba bastante útil ya que aparte de la tripulación de tres personas podía cargar otros tres pasajeros en su amplia cabina.

 Lo que no podía evitar el modelo era el aspecto desgarbado y anguloso. Monoplano de ala alta con flotadores de estabilización y un sólo motor (un Hispano-Suiza 12Xbrs) colocado en posición impulsora sobre montantes en la parte superior del ala, con un conjunto de cola con una gran deriva cuadrangular y dos derivas auxiliares en los planos. La cabina, muy acristalada y de formas rectas, terminaba de darle ese aire "extraño" al modelo. Hay que decir que a pesar del complicado intrincado de montantes y riostras, al modelo se le podían desmontar los timones de profundidad y los bordes marginales alares, y contaba con un complejo sistema de plegado de las alas, todo ello para ahorrar espacio, algo fundamental para un modelo embarcado en buques de guerra como cruceros y acorazados. 

Que el Loire 130 tenía un aspecto algo "extraño" creo que queda bien reflejado en esta imagen de estos dos aparatos en vuelo. Con respecto a las imágenes del anterior Loire 70, se aprecia el "aire de familia" en el diseño del conjunto de cola. Fíjense en la posición del piloto, al descubierto, desplazada a babor y enrasada con el plano principal.

Detalle del casco y del morro anguloso del Loire 130, que a pesar de su aspecto resultó un aparato bastante correcto, continuando en vuelo hasta finales de la década de los cuarenta.

  


29- LWS-6 Zubr

 No voy a hablar aquí de este modelo polaco, ya que tengo una entrada en exclusiva para él dentro del apartado de "Esos otros aviones" aquí en este mismo Blog, así que os remito a esa entrada. Pero lo que tengo claro es que en una lista de modelos "feos" el Zubr no debería de faltar. Os dejo al menos unas imágenes:

Detalle del morro del Zubr, sin duda una de sus características más impactantes.

Una de las unidades de producción del Zubr, con los motores y la unidad de cola definitivas.

Este Zubr accidentado nos permite ver otra característica curiosa del modelo: la cabina del piloto desplazada a babor.





Fuentes:
-Enciclopedia Ilustrada de la Aviación, Editorial Delta, Tomos 9 y 10. "A-Z de la Aviación".
 
 

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