Avro Lancaster: torretas defensivas (I)
El 2 de marzo de 1942 los nuevos Avro Lancaster del No.44 Sqn (Rhodesia) realizaron la primera misión operativa del modelo lanzando minas en la Bahía de Heligoland. Una semana después tuvo lugar la primera misión de bombardero, cuando dos aparatos del mismo escuadrón participaron lanzando bombas incendiarias en una misión sobre Essen.
La primera misión en solitario del modelo tuvo lugar poco después, el día 17 de abril, cuando doce aparatos del No.44 Sqn y de la segunda unidad en recibirlos, el No.97 Sqn (Straits Settlements) participaron en una incursión diurna a baja cota contra la planta de motores diésel para submarinos MAN de Ausburgo. A pesar de estar bien planificada tácticamente, volando a muy baja cota, hasta siete aparatos se perdieron. Los cazas alemanes enseguida le tomaron la medida a las armas defensivas de corto alcance de los Lancaster, y no hubo más derribos porque uno de los dos grupos en que se dividió la misión casi logró pasar desapercibido hasta llegar al objetivo. Si bien esta misión perseguía fines más de status del Bomber Command dentro de la RAF y del Ministerio de Defensa que realmente verificar la capacidad del nuevo y prometedor bombardero de realizar ataques diurnos, la alta tasa de bajas dejó claro que tendría que adoptar los ataques nocturnos, pero con el transcurrir de los meses, las bajas siguieron siendo altas. Pocos meses después, el Estado Mayor del Aire indicó la urgencia de equipar a los Lancater con al menos una torreta con ametralladoras "pesadas" de 12,7mm
En enero de 1943 la situación era preocupante, por lo que el día 11 de ese mes hubo una reunión en el Ministerio del Aire para debatir cual era el mejor armamento defensivo para instalar en los Lancater, ya que había quedado claro que las ametralladoras de 7,7 mm que montaba era inadecuadas. Se llegó a la conclusión de que lo ideal sería la instalación de una torreta dorsal con dos cañones de 20 mm y una torreta trasera con dos armas de 12,7 mm, manteniendo la frontal, apenas usada, con dos armas de 7,7 mm. Sobre un posible torreta ventral para defensa inferior no se llegó a ninguna conclusión. Como consecuencia de esta reunión, el Vice Mariscal del Aire Ralph Sorley, que era el responsable de los requisitos técnicos de la RAF, dijo que "se debía de hacer todo lo posible para introducir las torreta dorsal y caudal modificadas en el plazo máximo de un año, ya que por entonces el armamento defensivo del Lancaster estaría obsoleto". Lo cierto es que quizá ya lo estuviera, al menos en lo referente al calibre de sus armas.
Lo que siguió fue un desarrollo lento y exasperante de ambas torretas por parte la compañía Nash & Thompson, tanto que el propio jefe del Bomber Command, el Mariscal Arthur Harris se impacientó y encargó a una pequeña empresa de Gainsborogh, la Rose Brothers, que desarrollase también una torreta caudal. El caso es que ambas empresas llevaron un desarrollo largo y complicado para sus torretas, y sólo estuvieron disponibles, y en escaso número, en los últimos meses del conflicto. Con respecto a la torreta dorsal, la cosa fue aún peor. El resultado fue que el grueso de las unidades de Avro Lancaster tuvieron que lidiar durante toda la Guerra con las torretas con las que empezaron el conflicto, lo que sin duda se puede criticar como una de los mayores fracasos de la industria armamentística británica.
Veamos un poco de las torretas instaladas desde el comienzo en los Lancaster y la evolución que tuvieron durante el conflicto:
TORRETA FRONTAL NASH & THOMPSON FN-5A
Antes de continuar quiero hacer una aclaración para aquellos que no lo sepan: los torretas Nash & Thompson suelen denominarse con las siglas FN seguidas de unos números. Las siglas FN se refieren a Archibald Goodman Frazer-Nash, brillante ingeniero que estaba detrás de los diseños y que era socio de Esmonde Grattan Thompson.
La torreta FN-5A era una ligera variante adaptada para el Lancaster del modelo FN-5 que montaban los Vickers Wellington, Short Stirling y por supuesto el similar Avro Manchester. Al igual que todas las torretas de Nash & Thompson, era de accionamiento hidráulico.
Estaba equipada con dos ametralladoras Browning Mk II de 7,7 mm con 1.000 disparos por arma, y para la puntería estaba equipada con una mira reflectora Barr & Stroud G Mk III.
Las ametralladoras alcanzaban una elevación de 60º y una depresión de 45º, mientras que el giro de la torreta abarcaba 184º, por lo que si bien tenían unos ángulos de tiro superior e inferior notables, el giro de la torreta era algo más limitado.
Con una tripulación generalmente de siete hombres, no había un artillero dedicado para la torreta. De ella se encargaba, cuando no estaba realizando sus funciones principales, el bombardero.
A la torreta del morro se la consideraba la menos importante (luego hablaremos de la ventral), por lo que no se planteó su cambio durante el tiempo de servicio, permaneciendo durante toda la producción y equipando a todos los Lancaster excepto a aquellos que por motivos especiales no la montasen, como los B.I Special y los raros ejemplares del Mk VI.
TORRETA VENTRAL
La que muchos consideraban la más importante de las posiciones defensivas del Lancaster fue en realidad la menos utilizada. Los motivos expuestos para ello es que los modelos que se podían instalar resultaban de funcionamiento engorroso, al tratarse de unidades operadas a través de periscopios con un campo de visión muy limitado, por lo que posteriormente se utilizó su posición para la instalación de la antena del radar de seguimiento de terreno H2S.
Que las torretas disponibles eran poco útiles parece que era de consenso general en ese momento, y por tanto era quizá mejor no llevarlas y ahorrar ese "peso muerto", o instalar en su lugar el H2S que sin duda daba otra utilidad muy valiosa al lugar que ocupaba la torreta.
Lo que no está tan claro es porqué cuando los cazas nocturnos alemanes a partir de 1943 empezaron a derribarlos a docenas disparando desde abajo, donde no tenían defensa, no se logró desarrollar una torreta inferior más efectiva. A pesar de los intentos de Nash & Thompson y Boulton Paul, no llegaron a producirse en series significativas, por lo que los Lancaster (y los otros "pesados" británicos) continuaron indefensos y vulnerables desde abajo.
Esto llevó a que muchas tripulaciones instalasen paneles transparentes en el piso inferior y montasen de forma artesanal puestos de tiro manuales a través de agujeros realizados en el piso del avión, normalmente con un asiento tipo "sillín de bicicleta" y una caja de municiones atornillada en el suelo, que alimentaba armas que fueron desde ametralladoras ligeras de 7,7 mm, hasta pesadas de 12,7 mm, llegando en algún caso a instalarse un cañón manual de 20 mm. Dependían estas instalaciones de si el avión estaba o no equipado con el H2S, o si tenía bodega de bombas abultada. De todas formas, la efectividad de este tipo de armas era mínima, aunque pudo haber algún éxito aislado.
Incluso hubo alguna unidad que instaló una torreta ventral directamente en el compartimento de las bombas, pero la prueba no dio buen resultado.
El caso es que en principio, las primeras unidades del Lancaster heredaron de los Manchester las torretas ventrales retráctiles Nash & Thompson FN-21A de dos armas de 7,7 mm, aunque fueron muy pocos ejemplares. Se empezó a instalar después la Nash & Thompson FN-64 de mira telescópica y también con dos armas de 7,7 mm, pero como ya hemos comentado se dejó de instalar por considerarla poco efectiva por lo engorroso de su funcionamiento y el pobre campo de visión del operador.
En los últimos meses de la Guerra, la proliferación de sistemas de navegación y de radares llevó a que muchos Lancaster no instalasen los H2S al utilizar otro tipo de sistemas (generalmente montaban distintos sistemas aviones de la misma unidad para ser complementarios), por lo que se volvieron a instalar torretas FN-64, que, mira por donde, en ese momento se consideraban como la posición defensiva más importante.
La FN-64 era de accionamiento hidráulico, montaba una mira reflectora Barr & Stroud G Mk IIIA ó Mk IIIN, tenía capacidad de giro 360º, una elevación de sólo 25º y una depresión de 90º.
En esta imagen vemos otro Avro Lancaster B MK I del No.44 Squadron (Rhodesia), en este caso el R5556 KM-C. El No.44 Sqn fue la primera unidad en recibir el Lancaster. El de la imagen tiene instalada la torreta ventral FN-64, que posteriormente sería prácticamente desechada por sus limitaciones operativas, pero que en el último período de la Guerra volvió a instalarse en muchos ejemplares a falta de algo mejor.
Fuentes:
Comentarios
Publicar un comentario