Midway: el cuarto portaaviones (II)
ULTIMOS REFUERZOS
Los refuerzos prometidos por el Almirante Nimitz fueron llegando a la isla en diferentes buques de carga durante los días siguientes. El componente aéreo de las Marines en Midway, el MAG 22, recibió con júbilo la llegada el día 26 de mayo del transporte USS Kitty Hawk, que aparte de unos cuantos carros de combate ligeros, traía el muy necesario Grupo Antiaéreo con cañones de 76,2 mm del 3rd Batallón de Defensa del Major Chandler W. Johnson, y además, diecinueve Douglas SDB-2 Dauntless y siete Grumman F4F-3 Wildcat.
Poco antes de esto ya se había previsto la reorganización del componente aéreo de los Marines: en abril había llegado a la isla el Major Lofton R. Henderson, que a partir de entonces asumiría la comandancia del ahora llamado VMSB-241 (anteriormente VMSB-231), con la fuerza de "ataque" de 18 Vindicator y 19 Dauntless a sus órdenes. Por su parte, la fuerza "defensiva" de cazas, que ahora contaba con 21 Brewster F2A-3 y los 7 Grumman F4F-3 Wildcat recién llegados estaba a cargo del Major Floyd B. Parks. Este era la dotación de aviones del Marine Air Group 22 cuando llegó la hora de la batalla, todos bajo las órdenes del Coronel Ira L. Kimes.
Posiblemente el refuerzo más inesperado fue el que llegó el día 29 de mayo. Ese día, los Marines de la isla veían con sorpresa como llegaban cuatro flamantes Martin B-26B Marauder, y lo que era aún más extraño, cada uno llevaba bajo el fuselaje un torpedo Mk 13. Los aparatos habían partido desde Hickam Field en Oahu, dos de ellos del 408th BS (22nd BG): el 40-1424 "Satan´s Playmate" del 1st Lt Herbert C. Mayers y el 40-1391 "Suzy-Q" del 1st Lt James P. Muri. Los otros dos aviones pertenecían al 69th BS (38nd BG), el 41-17570 del 1st Lt William S. Watson, y el otro aparato (el nº de serie no lo encuentro en ninguna de las fuentes) pilotado por el Oficial al que se había puesto a cargo del pequeño destacamento, el Capitán James F. Collins.
Al parecer estos aparatos y sus respectivos grupos estaban destinados al Pacífico Suroccidental, pero la apremiante necesidad de aviones de ataque para Midway hizo que fuesen seleccionados para destacarse de sus unidades ya en las Hawái, donde por unos días recibieron una breve instrucción sobre el lanzamiento de torpedos contra buques por parte de miembros de la Us Navy, pero al parecer nunca llegaron a efectuar ningún lanzamiento de pruebas, por lo que cuando realizaron el largo trayecto hasta Midway con los torpedos bajo el fuselaje, su experiencia en este tipo de combates era exactamente ninguna. Los miembros de la Us Navy encargados de su corta instrucción realmente no pensaban que ninguno de ellos sobreviviera al encuentro con los buques japoneses, y que entre las baterías antiaéreas y los letales Mitsubishi A6M Zero los derribarían a todos.
Y no fueron los únicos refuerzos de la USAAF. En las últimas semanas la 7th Air Force estaba recibiendo un goteo constante de bombarderos Boeing B-17E Flying Fortress, que desde el día 17 de mayo estaban en alerta constante ante el temor a un ataque japonés a las Hawái, por lo que permanecían continuamente cargados de bombas y combustible, mientras que las labores de descubierta marítima que realizaban hasta entonces tuvieron que hacerlas los anticuados Douglas B-18 Bolo . La idea era, por supuesto, atacar a la Flota Japonesa lo más alejado posible de las islas, aprovechando la gran autonomía de los B-17. Era lógico para ello el destacar algunos aparatos en la propia Midway, por lo que el día 30 de mayo despegaron hacia el atolón los seis primeros aviones, del 26th BS, seguidos al día siguiente por otros seis del 431th BS, dos del 31th BS y uno del 72th BS (estos suman 15 aparatos, aunque finalmente llegaron dos más que no he podido averiguar a que BS pertenecían).
No era la primera vez que los grandes B-17 aparecían por el aeródromo de Eastern Island: en septiembre de 1941 algunos de ellos hicieron escala ahí cuando volaban desde Hickam Field hasta Clark Field en las Filipinas.
Estos bombarderos estaban bajo las órdenes del Teniente Coronel Walter C. Sweeney Jr., y eran posiblemente la fuerza de ataque con los aviadores más experimentados que llegaron a reunirse en la isla, aparte de las tripulaciones de los Consolidated PBY de la Us Navy, aunque estos más en labores de reconocimiento y rescate. Así que definitivamente, la presencia de la USAAF en la isla era de 17 bombarderos cuatrimotores y cuatro bombarderos medios bimotores, aunque estos últimos harían funciones de torpederos. Las dos agrupaciones de la USAAF estaban bajo las órdenes del Major General Willis Hale.
Hubo un último e inesperado refuerzo para Midway, en este caso perteneciente a la Us Navy. El 28 de mayo el portaaviones USS Hornet partía desde Pearl Harbor para enfrentarse a la Flota Japonesa, junto al USS Enterprise, formando la Task Force 16 (el averiado USS Yorktown zarpó el día 30 de mayo formando la Task Force 17). En el USS Hornet iba embarcado el VT-8, la unidad de torpederos equipados con el anticuado Douglas TBD Devastator. La unidad estaba a punto de recibir el nuevo Grumman TBF Avenger, pero la urgencia por zarpar para llegar a la posición deseada en el momento preciso hizo que el VT-8 tuviese que embarcar sólo con los Devastator, ya que el destacamento de Avenger llegó el día 29, justo al día siguiente de su partida.
Se tomó la decisión de utilizar los nuevos aviones, al menos en parte, y seis de ellos, comandados por el Teniente Langdon K. Fieberling, partieron hacia Midway.
Por tanto, las unidades aéreas de la Us Navy en la isla ascendían a 31 Consolidated PBY y seis Grumman TBF Avenger, todos ellos bajo las órdenes del Capitán Cyril T. Simard, que ejercía como Comandante del NAS Midway, y que además, por disposición del propio Almirante Nimitz, estaba al cargo de todas las aeronaves estacionadas en Midway para la Batalla, ya fuesen de la propia Us Navy, de los Marines o de la USAAF.
Por tanto eran algo más de 120 los aviones destacados en Midway para el 3 de junio de 1942, por lo que se podría decir que Nimitz finalmente tenía dispuesto su "cuarto portaaviones". Como hemos visto, se trataba de una agrupación de lo más variado, con modelos obsoletos como el Brewster F2A-3 y el Vought SB2U-3 Vindicator, y otros empezando su carrera, como los Martin B-26B Marauder, incluso uno de ellos tendría aquí su bautismo de fuego, como era el Grumman TBF Avenger. Pero quizá lo más importante era que la gran mayoría de las tripulaciones, con las excepciones ya comentadas de los B-17 y los PBY, más algunos pilotos puntuales en otros modelos, eran bastante inexpertas, no sólo en combate, sino en el manejo de los propios modelos, o en el tipo de misión que iban a realizar, como en el caso de los B-26. Por tanto, aunque numéricamente el "cuarto portaaviones" de Nimitz tenía incluso mayor "capacidad" que los auténticos portaaviones de la Flota, sus prestaciones estaban por demostrarse.
Otro asunto a tener en cuenta, y que suele pasar desapercibido en la mayoría de relatos sobre la Batalla, es que las instalaciones del NAS Midway, ahora con unos 120 aparatos en las islas, estaban plenamente sobrepasadas, y el aeródromo de Eastern Island totalmente abarrotado de aparatos. Esto acarreaba graves problemas logísticos, ya que no todos los escalones de mantenimiento de tierra se pudieron desplazar a las islas, en especial los de la USAAF, por lo que el mantenimiento, repostaje y rearmado de los aparatos lo tenían que realizar, en buena parte, las propias tripulaciones, con el consiguiente desgaste que les ocasionaba, ya que al no poder absorber el aeródromo la cantidad de aviones presentes, gran parte de ellos tenían que permanecer en vuelo, hecho este también motivado por la necesidad de realizar continuas patrullas de descubierta a larga distancia, de nuevo en especial las tripulaciones de los B-17, que fueron utilizados para ello junto con los PBY.
Hubo incluso un incidente que alteró aún más el asunto, y se trata de otro dato que se pasa por alto demasiado a la ligera: el día 22 de mayo, con los trabajos de instalaciones defensivas casi concluidos (los típicos de alambres de protección, barreras sumergidas, minas antipersonal y antitanque, la mayoría de fabricación casera, etc.), también lo estaban las pertinentes cargas de demolición para destruir objetivos clave en caso de que fuesen a caer en manos enemigas, en especial los referentes a los depósitos de combustible, en el caso de que no fuesen bombardeados por los japoneses. Todo este trabajo estuvo supervisado por el Marine Artillero Dorn E. Arnold, oficial al cargo de las municiones del Batallón de Defensa. Pero con la isla atestada de personal atareado en diferentes cometidos, era probable que ocurriese algún percance, como así sucedió ese día, cuando un marinero de la Estación Aeronaval que trabajaba en los circuitos de distribución de combustible accionó el interruptor equivocado e hizo estallar varias cargas de demolición, que afectaron tanto al almacenaje de combustible de aviación como, más engorroso aún, al del sistema de tuberías de distribución, que ya no pudo ser reparado. Esto tuvo serias consecuencias, ya que la merma en la cantidad de combustible impidió a los pilotos, sobre todo de los que iban a utilizar los Douglas SBD Dauntless que llegaron varios días después, las necesarias maniobras para ejercitarse con los "nuevos" modelos, al menos para ellos. Además, obligó a los Marines del MAG-22 y a las tripulaciones aéreas a reabastecer sus aviones de forma manual, con bidones de 55 galones (unos 208 litros). Según los registros de los Marines, el consumo diario de gasolina en la isla a día 31 de mayo ascendía a !!65.000 galones!!, lo que nos hace tener una idea del enorme trabajo que se llevaba a cabo en esas fechas.
Como anécdota sobre este asunto vale la pena recordar las palabras que al parece dijo el Marine Artillero Arnold tras ser exonerado de responsabilidad por el accidente: "Bueno, esto al menos prueba que la maldita cosa funciona, de todos modos".
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