Jolly Rogers (II)

Puede que la zona donde se encontraba su aeródromo, Ondonga, significase en el idioma local "lugar de la Muerte", pero en realidad el paraje no tenía nada que ver con, por ejemplo, las penosas condiciones que habían sufrido en Henderson Field, Guadalcanal, los desafortunados pilotos de la Us Navy, los Marines y el Ejército en aquella inmunda isla.
El aeródromo se encontraba prácticamente a salvo de cualquier ataque por tierra, ni siquiera había francotiradores en la zona, pero estaba lo suficientemente cerca del enemigo como para asegurar bastante acción.Alrededor había una plantación de cocos, y las altas montañas brindaban incluso algunas horas de sombra.Aunque por supuesto el calor y los insectos estaban presentes, no tenía nada que ver con las polvaredas y el barro de Guadalcanal.Sencillamente, era un sitio hermoso.Eso si, para consternación de los jóvenes pilotos, el personal femenino más cercano estaba muy lejos, quizá las enfermeras más cercanas eran las de la isla de Espíritu Santo...
Pero lo más importante, el equipo de mantenimiento del Escuadrón VMF-215 de los Marines, que también usaban los Corsair, les aseguraban un correcto mantenimiento de sus aparatos, y a pesar de la supuesta rivalidad entre diferentes cuerpos, los mecánicos de los Marines les "adoptaron" desde su llegada y mantuvieron una muy buena relación con los pilotos de la Marina.


Aunque de muy mala calidad, la foto es interesante, ya que nos muestra a varios de los componentes del VF-17 en su primera etapa en Ondonga.De izquierda a derecha son: Schub, Davenport, Chasnoff, March, Kepford, Tom Blackburn, Wharton (arrodillado), Kurlander (arrodillado), Streig y Hogan.La imagen tiene fecha del 15 de noviembre de 1943, y las tres palas de hélice que les servían de marcador se estaban quedando sin espacio...


Pero la Guerra era indiferente a todo esto, y la misma tarde de su llegada el VF-17 realizó su primera salida operacional: apoyar a las tropas de la 3ª División Neozelandesa que habían desembarcado en las Islas del Tesoro,Esta primera misión operativa, y las siguientes misiones realizadas hasta el final del mes de octubre, sirvieron para que los pilotos se familiarizaran con la zona, ya que los combates brillaron por su ausencia, aparte de ametrallar algunas barcazas y de participar en una misión de rescate junto a un PBY Catalina.
La primera acción seria tuvo lugar el 1 de noviembre, cuando el escuadrón fue requerido para proporcionar la cobertura a los desembarcos de la 3ª División de los Marines en Torokina, en la Bahía de la Emperatriz Augusta de la isla de Bouganville, en la llamada Operación Cherryblossom, que era una de las muchas operaciones subsidiarias de la Operación Cartwheel, la gran ofensiva Aliada por las Islas Salomón y Nueva Guinea con el objetivo final de destruir, conquistar o aislar a la gran base Japonesa de Rabaul, en Nueva Bretaña.
Ese día, Tom Blackburn lideró un grupo de 8 Corsair sobre la zona, que luego se dividieron en dos grupos, uno bajo su mando y otro liderado por Thad Bell.Un tercer grupo de 4 aparatos se mantuvo más alejado, y no llegaron a ver al enemigo.Pero los dos primeros grupos si que contactaron con alrededor de 18 D3A Val escoltados por unos 12 A6M Zero.En los combates que se sucedieron, los Jolly Rogers iniciaron su contador de victorias: 6 Zeros derribados (dos por el propio Blackburn) y otros 6 aparatos dañados.También fue el día de la primera pérdida: el Lt Johnny Keith fue declarado M.I.A. tras ser alcanzado por la artillería antiaérea.

Desde ese primer combate del día 1 de noviembre de 1943, hasta su última misión operativa, el 6 de marzo de 1944 y la posterior disolución a primeros de mayo, la acción del VF-17 estuvo ligada a las diferentes operaciones relacionadas con Carthweel y el aislamiento de Rabaul.En los escasos cinco meses en que estuvo operativo, el VF-17 lograría un total de entre 152-156 aviones derribados (las cifras varían algo según las fuentes), perdiendo sólo 12 pilotos entre combates aire-aire, por la antiaérea o por accidentes.Nada menos que 13 pilotos del VF-17 alcanzaron la condición de "ases" al derribar cinco o más aparatos enemigos, y la relación en combates aéreos fue de 8:1 a su favor.Ningún otro escuadrón de Corsair de la Us Navy pudo alcanzar esas cifras en un periodo de tiempo tan corto.Además, se sintieron muy orgullosos al reclamar que ningún avión a los que sirvieron de escolta en sus misiones fue derribado por cazas enemigos.


El mapa nos muestra el conjunto de la zona de combates que llevaron a los Aliados a aislar por completo Rabaul, la gran base japonesa desde donde se abastecía a sus unidades desplegadas por las diferentes islas.


Volviendo a la cronología, los siguientes días se produjeron más salidas, pero sólo se anotó un derribo: un solitario G4M Betty derribado por "Bucht" Davenport.La salida realizada el día 5 de noviembre marcaría un tipo de misión  que se repetiría varias veces: mientras los portaaviones estadounidenses se dedicaban a atacar Rabaul, el VF-17 actuaría como CAP para la flota, dejando libres a gran parte de los escuadrones de F6F Hellcat embarcados para que escoltasen a sus aviones de ataque y suprimiesen las defensas aéreas de la base japonesa.Sin embargo, ese primer día de CAP no produjo combates para el VF-17.
El día 8 de noviembre se realizaría otro tipo de misión que también se repetiría a menudo para el VF-17: la escolta de bombarderos, generalmente B-25 Mitchell que atacaban a cotas bajas las posiciones japonesas que aún quedaban en la isla de Bougainville.Ese día hubo hasta cinco salidas de escolta, y en total se reclamaron unos 3-4 aviones enemigos derribados.

Tres días después llegaría el primer gran combate.Con anterioridad, el día 9, Blackburn fue convocado en el aeródromo de Munda para una reunión informativa del ComAirSols, el Comando Aéreo al cargo de las operaciones en la Salomón.En esa reunión se le informó de que la Task Force 50.3, de la que formaban parte los portaaviones de escuadra USS Essex y USS Bunker Hill, más el portaaviones ligero USS Independence, atacarían de nuevo Rabaul, y que el VF-17 debía proporcionar 24 aviones para hacer el CAP de los dos grandes portaaviones (12 F6F Hellcat del VF-33 de la vecina base de Segui harían lo propio con el USS Independence, aparte de otros escuadrones de los Marines y del Ejército que realizarían patrullas por la zona).
Para los pilotos del VF-17 eran unas noticias excelentes, ya que volarían hasta el punto donde se encontraban los portaaviones, y podrían aterrizar en ellos para repostar, rearmarse y seguir con el CAP mientras fuese necesario.Deseosos de demostrar que podían operar desde los portaaviones, volvieron a montar los ganchos de cola de sus Corsair y a revisar con cuidado su tren de aterrizaje.

Al despuntar el día 11 de noviembre, los dos grupos del VF-17 se dirigieron en busca de la Task Force.Uno de los grupos iba comandado por Blackburn, con destino a "su" portaaviones, el USS Bunker Hill, del que habían salido para el Pacífico, mientras el otro grupo, al mando de su segundo, Roger Hedrick, se encaminó hasta el USS Essex.A media mañana ambos grupos habían aterrizado en los portaaviones sin ningún incidente, demostrando a los escépticos las cualidades de sus aparatos para actuar embarcados, y tras repostar y tomar un gratificante desayuno con sus camaradas, de nuevo volvieron al aire.
Hasta entonces sólo el grupo de Blackburn había derribado a un solitario avión enemigo, pero a las 13:00 horas el radar del USS Essex detectó una gran formación enemiga que se aproximaba: se estableció que el ataque lo componían 25 D3A Val, 15 B5N Kate y 65 A6M Zero (posiblemente una cifra algo alta).El VF-17 se preparó para el combate, y en lo que posteriormente se llamaría la Batalla del Mar de Salomón, los Jolly Rogers se consagraron como uno de los grupos más agresivos de la Us Navy.Atacando a unas fuerzas superiores, al terminar el día habían derribado 18 aviones enemigos, más otro compartido con el VF-33, y otros 7 aviones dañados.Dos pilotos fueron derribados (Baker y Hill), pero ambos pudieron ser rescatados con vida.Al acabar el día, los japoneses habían perdido más de 130 aparatos entre los derribados sobre Rabaul y los atacantes de la Task Force.

Cabe destacar un par de acciones entre las muchas sucedidas en ese día.Una de ellas fue protagonizada por el Comandante del VF-17 y su segundo al mando: durante lo más confuso de los combates, Hedrick estaba enfrascado en una pelea de perros con un Zero que entraba y salía de las nubes intentando escapar en dirección a Rabaul.Hedrick no conseguía dispararle, pero de pronto vió surgir de las nubes la silueta de un avión y abrió fuego... hasta que lo identificó como un Corsair!.No había conseguido ver si había impactado en él, pero pronto se comunicó por radio que se reagruparan para volver, y el Corsair al que había disparado se puso justo a su lado.Entonces Hedrick descubrió con horror que había abierto fuego contra el "Big Hog", el avión de su Jefe, Tom Blackburn, aunque no conseguía apreciar si lo había alcanzado o no.Cuando regresaron a Ondonga, nada más aterrizar, Blackburn lo llamó enseguida para mostrarle tres agujeros del calibre 50 en el costado de su avión.Hedrick se esperaba una buena reprimenda, pero según él mismo, lo único que le dijo Blackburn fue: …"eres un tirador asqueroso... cuando me alcanzaron tus disparos el avión se me movió hacia un lado"... y nada más!!

El Corsair Nº1 "BIG HOG", del comandante Blackburn, aparece en esta imagen en Ondonga.Tiene las cuatro banderas que señalan las victorias conseguidas hasta el día 11 de noviembre, y justo debajo de la cabina, los tres agujeros de bala (ya tapados) que le causó su segundo al mando, Hedrick.Tom Blackburn es el cuarto por la izquierda.



Pero la gran estrella del día fue un piloto que hasta entonces tenía su marcador vacío.El Lt Ira Kepford formaba parte de la defensa del USS Bunker Hill, y persiguiendo a un B5N Kate que se disponía a torpedearlo se adentró en la zona del fuego antiaéreo del buque, dispuesto a derribarlo a toda costa.A sólo 900 metros del buque, y atravesando la barrera de los AA, Kepford derribó al Kate poco antes de que soltase el torpedo, pero cegado en su cacería, no había advertido a un Zero que se estaba situando a sus seis y empezaba a dispararle.Afortunadamente para él, un F6F Hellcat del VF-33 estaba siguiendo la acción y derribó inmediatamente al Zero.Para entonces Kepford llevaba un buen rato de patrulla y estaba algo escaso de combustible, así que comenzó un ascenso para volver a aterrizar en el portaaviones para repostar.En ese momento vio un grupo de seis D3A Val que estaban acercándose para situarse en posición de atacar en picado el USS Bunker Hill, e inmediatamente metió gases a fondo para ascender, llegando rápidamente a la altura de los bombarderos.En rápida sucesión, pasando de la cola de uno a otro, derribó a tres de ellos, y cuando se situó detrás del cuarto y apretó el disparador, se dio cuenta de que había agotado la munición, aparte de estar prácticamente sin combustible.Pero su presencia sirvió para ahuyentar al resto de bombarderos, y Kepford solicitó entonces permiso para aterrizar inmediatamente, ya que estaba sin combustible.Toda la acción no había pasado desapercibida para los tripulantes del buque, que tras permitirle el aterrizaje, y mientras se reabastecía su avión, le vitoreaban como defensor de su portaaviones.Se dice que incluso el Capitán del Barco, J.J. Ballentine, le dio las gracias sirviéndole  personalmente una taza de café.En total, Kepford abrió su marcador ese día con cuatro derribos.Pocos meses después sería ya el máximo as del VF-17 y de cualquier otro escuadrón de la Us Navy con 16 victorias, hasta que fue superado por Alex Vraciu del VF-16 en junio de 1944 durante el famoso "Tiro al Pavo" de las Marianas.



Roger Hedrick, segundo al mando del VF-17, en una imagen del 18 de febrero de 1944, cuando ya había conseguido las nueve victorias que adornan su Corsair.No derribó más aviones con el VF-17, pero consiguió tres más con el VF-84.


Hasta el final del mes de noviembre los Jolly Rogers siguieron volando desde Ondonga, y el 2 de diciembre se le concedió al escuadrón dos semanas de descanso.Para entonces, su cuenta de derribos ascendía a 47 aviones abatidos, con Blackburn y Kepford como máximos anotadores con 4 derribos cada uno.En el aspecto negativo, tres pilotos habían sido declarados como M.I.A.: Johnny Keith, Brad Baker y Chuck Pillsbury.Ya por entonces empezaban a hacerse conocidos por el gran público en los EEUU, y los noticiarios en el país se referían a ellos como el escuadrón de la Us Navy basado en tierra con mayor número de derribos hasta la fecha.
El descanso sirvió para reorganizar en parte el grupo: los veteranos de Guadalcanal, Halford y Kleinman fueron enviados de vuelta a los EEUU.Además, Blackburn, que no estaba demasiado contento con las actuaciones de algunos de sus pilotos, "despachó" a otros dos integrantes, que fueron sustituidos en esos días.
Lógicamente, esas dos semanas de descanso en la isla de Espíritu Santo sirvieron para que los pilotos aprovecharan para "disfrutar" de ciertos excesos con las bebidas, y se dice que en el momento de partir, trasladaron en sus Corsair unas 148 latas de cerveza que tenían compradas, y que eran imposibles de trasportar por barco...

Pero lo más importante fue que durante el permiso, los Aliados habían mantenido el empuje hacia el norte, y ahora se les informaba a los Jolly Rogers que serían trasladados hasta un aeródromo más al norte, en la propia Bougainville.Su nuevo destino sería uno de los aeródromo de Piva, cerca de Torokina, formando parte del ahora llamado AirNorSols.Otro aspecto importante es que los aviones de sustitución que iban llegando al escuadrón montaban una nueva versión del motor, el Dash -8W, que como indica la letra, incorporaba inyección de agua por períodos limitados para potencia de emergencia, alcanzando los 2.250 hp.Al resto de aparatos del escuadrón también se les actualizó a esta versión cuando hubo disponibilidad de estos motores.


Los Corsair del VF-17 siendo trasladados a tierra en barcazas desde el portaaviones de escolta USS Attu hasta su nueva base en Torokina, en la isla de Bougainville.


El objetivo fundamental en esta segunda etapa de su despliegue era eliminar de una vez a Rabaul como base operativa.A partir de entonces el VF-17 se centraría en la escolta de los bombarderos, ya fuese del Ejército, de los Marines o de la Us Navy, bien basados en tierra o embarcados, que realizaron continuos ataques hasta la base japonesa.O bien los defensores reaccionaban enviando más aparatos a la zona, o abandonaban por completo a su suerte a la que fuese su gran base en el Pacífico Sur.Y en principio respondieron, lo que significó que en sólo los últimos seis días del mes de enero, desde el día 26 en que el VF-17 realizó su primera misión sobre Rabaul, hasta el día 31, los Jolly Rogers, con abundantes objetivos con los que combatir, derribaron nada menos que 60 aparatos japoneses, con la pérdida por su parte de seis pilotos y 13 aparatos.
Buena parte de estos éxitos se debieron a un cambio en la táctica tras el primer combate del día 26: ese día se perdieron dos pilotos, y Blackburn puso en práctica que un grupo independiente de sus aparatos, generalmente entre 4 y 8, volasen muy por encima tanto de ellos como de los aviones a los que escoltaban para dar cobertura superior a todo el grupo (algo que por supuesto se llevaba realizando en Europa desde hacía mucho tiempo).Fue un acierto.Por ejemplo, el día 29, Ira Kepford y Howard Burriss, que actuaban como cobertura, atacaron a una formación de A6M Zero, derribando cuatro aparatos cada uno, a pesar de que se habían quedado solos ellos dos al abortar el resto de sus compañeros.Ambos pilotos fueron aclamados al llegar a Torokina, lo que no les libró de la reprimenda de Blackburn por pensar que habían actuado de forma temeraria.

En febrero continuó la intensa actividad, con combates memorables: el día seis Blackburn consiguió también cuatro derribos, y su acompañante ese día, Bobby Mims, tres.El día 19 se libró posiblemente el último gran combate del VF-17 en la zona.Ese día el grupo derribó 16 aviones enemigos, tres de ellos a cargo del que ya era el máximo as del Escuadrón: Ira "Ike" Kepford tenía hasta ese momento 13 "soles nacientes" (él los llamaba "ponientes") adornando el costado de su Corsair, pero ese día más que nunca, tuvo que luchar por su vida.Volviendo de lo que parecía una misión rutinaria sobre Rabaul, se había quedado sólo, ya que su punto había regresado por problemas del motor.Durante la vuelta observó a lo lejos un avión: era un A6M2-N Rufe, la versión con flotadores del Zero.Kepford no pudo resistir la tentación de una presa tan inferior a su poderoso Corsair, bajó hasta casi la altura de las olas y lo despachó rápidamente.Por radio comunicó: ..."aqui HOG 29.Uno abajo.Vuelvo a la base"... Pero ni mucho menos.Cuatro A6M Zero le estaban siguiendo, y con la ventaja de la altura y la velocidad perdidas, era un blanco fácil a ras del mar.Viendo que se le echaban encima, decidió arriesgar aún más, bajando los flaps y el tren de aterrizaje para que lo sobrepasaran, rezando para que no lo alcazasen, ya que las trazadoras pasaban muy cerca.La treta le funcionó, y el Zero que iba en cabeza lo adelantó.Kepford le disparó inmediatamente y lo derribó, pero aún quedaban tres más, y ahora definitivamente estaba sin velocidad y rozando las olas.Intentó escapar metiendo gases al máximo y pulsando el botón de inyección de agua, pero tras unos minutos, el motor comenzó a recalentarse y tuvo que desconectarlo.De nuevo lo estaban alcanzando, y de nuevo Kepford se la jugó, revolviéndose en un giro lo más brusco posible.Uno de los Zero intentó seguirle, pero con el avión "a cuchillo", tocó con la punta del ala las olas y se estrelló.En ese momento puso de nuevo rumbo a la base a toda la potencia disponible, y los otros dos aviones japoneses desistieron de la cacería, seguramente porque estaban saliendo de su rango de vuelo.Kepford aterrizó en Torokina con el depósito de combustible totalmente vacío, prácticamente con los gases que le quedaban en el interior.Más bien se estrelló, ya que lo habían alcanzado en un ala y le habían dañado el sistema hidráulico del tren de aterrizaje, y el Corsair Nº29 quedó muy mal parado.El piloto salió de la cabina exhausto y bañado en sudor, sin poder reprimer las lágrimas.Había conseguido alcanzar las 16 victorias, pero las tres de ese día serían las últimas.Ya había tenido bastante.


Ira C. "Ike" Kepford se luce mirando hacia la cámara con su muy desgastado Corsair Nº29.


De nuevo el Nº29 de Kepford, en el estado en que quedó tras aterrizar como pudo en el aeródromo de Piva, en Torokina, después del épico combate que casi le cuesta la vida.


Pero a finales de febrero la actividad aérea japonesa en la zona decreció rápidamente.Tras perder cientos de aviones en los últimos meses en la Campaña de las Salomón, finalmente decidieron que abandonarían Rabaul a su suerte, y prácticamente retiraron toda su aviación de la base.Los últimos días de febrero apenas si los Jolly Rogers entraron en combate, y Tom Blackburn aprovechó para instalar los afustes bajo las alas para poder llevar bombas.Si no había combates aéreos, al menos podrían hacer más daño atacando a tierra.
Sin embargo, apenas los usaron.El 6 de marzo de 1944, Davenport lideró una formación de 14 aparatos para atacar a barcazas en el Mar de Bismarck.Fue la última misión de combate de los Jolly Rogers.Al día siguiente fueron relevados por el VF-34, y pocas semanas después el grupo era disuelto.

Terminó así la historia de los Jolly Rogers originales.El nombre del escuadrón, siguiendo la costumbre de la Us Navy, pasó a otros grupos con el tiempo, perdurando durante muchas décadas con diferentes aviones.Algunos de sus pilotos se reincorporaron a los combates en otros grupos unos meses más adelante, como fue el caso de Roger Hedrick, que lideraría el VF-84 a bordo del USS Bunker Hill, donde lograría tres derribos más.Otros, como su Comandante, Tom Blackburn, o su máximo anotador, Ira Kepford, seguirían ligados a la Us Navy por algunos años, pero apartados de los combates.

En definitiva, los Jolly Rogers originales, el VF-17, fueron desde luego un grupo extraordinario.Posiblemente la mayor parte del éxito de debió al buen hacer de su líder, Tom Blackburn, un Jefe querido por sus aviadores, firme y disciplinado pero a la vez permisivo con según que acciones.Quería pilotos disciplinados pero agresivos, que nunca rehuyeran el combate, aunque tampoco buscaba héroes.Además, era un excelente piloto de caza, lo que a los ojos de sus subordinados siempre era un aliciente para seguirle.
Su récord de victorias en tan poco tiempo es sin duda impresionante.Siempre se puede argumentar que en esa época la mayoría de pilotos japoneses ya no tenían las capacidades de los que les precedieron, aunque en esas fechas aún quedaban en Rabaul un buen número de pilotos de gran calidad.Por supuesto, sus Corsair también eran superiores a los aparatos de sus rivales (excepto en maniobrabilidad frente al A6M Zero en combates envolventes a poca velocidad).
Pero también es cierto que en su gran mayoría eran novatos en combate, y que sus monturas, aunque muy buenas, aún pecaban de fallos de "juventud", que con el tiempo se irían limando, hasta convertir al Corsair de las últimas versiones de la Guerra en, para muchos, el mejor caza de motor de pistones del momento.Pero el VF-17 tuvo que lidiar con modelos menos ajustados.Fueron sin duda las excelentes cualidades de  mando de su Jefe, y la buena selección que hizo de sus pilotos, unidos a una máquina aérea muy buena, lo que definitivamente hizo de ellos un escuadrón de leyenda.


Bajo el impresionante marcador del VF-17 en Torokina, un cansado miembro del escuadrón se encuentra, parece ser, absorto en sus pensamientos.A pesar del gran éxito del grupo, la Guerra pasaba factura.No todo eran victorias y galardones.La lucha era tan real y tan dura como en cualquier otra base del Pacífico.


Fuentes:
-http://acepilots.com/usn_blackburn.html
-http://acepilots.com/usn_aces2.html#Hedrick
-http://acepilots.com/usn_aces2.html#Kepford
-https://en.wikipedia.org/wiki/VF-61
-http://www.arrakis-ttm.com/warbirds/jr-old/jrhistory.html
-http://www.usmilitariaforum.com/forums/index.php?/topic/301641-vf-17-jolly-rogers-fighting-squadron-seventeen/
-Aviones en Combate: Ases y Leyendas Nº10: "Los Ases del Corsair durante la II Guerra Mundial".Osprey Aviation-Ediciones del Prado.







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