Aviadores: Colin Kelly

  Al menos cinco calles de ciudades tan dispares de los EEUU como San Francisco, Dayton, y en pueblos de Maine, Florida y Carolina del Sur llevan el nombre de nuestro protagonista. También llevan su nombre un instituto de secundaria de la localidad de Eugene, en Oregón, y un colegio de primaria en Compton, California. En su ciudad natal, Madison, en el estado de Florida, un monumento llamado "Las cuatro Libertades" fue dedicado en su honor, así como una parte de la carretera estatal 145, que es conocida como la "Colin Kelly Highway". En los años cuarenta, un par de canciones patrióticas lo mencionan en sus letras junto a otros héroes de Guerra. La Us Navy llamó a uno de los Liberty Ship con su nombre en 1942. Las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos ya le habían otorgado antes de la Guerra la Cruz de Vuelo Distinguido, y póstumamente recibió la Cruz de Servicio Distinguido. Como última curiosidad, podemos citar que el que fuese Secretario de Estado de los EEUU entre 2001 y 2005, el republicano Colin Powell, cambió de joven la pronunciación de su nombre para que fonéticamente fuese igual que la de Kelly.

 Todo esto, y muchos otros honores y reconocimientos menos llamativos, nos pueden dar una idea de lo importante que fue en su momento la figura de nuestro personaje, el Capitán Colin Purdie Kelly Jr. Fuera de los EEUU sin duda es mucho menos conocido, y en la mayoría de historias sobre héroes de la Aviación de la Segunda Guerra Mundial no suele aparecer, eclipsado, como tantos otros, por los grandes pilotos de caza, que generalmente siempre se llevan la mayor parte del mérito salvo contadas excepciones. Y es que Kelly era piloto de bombarderos, y no sólo eso: su carrera en la Segunda Guerra Mundial se limitó a una solitaria misión de combate. 

 Entonces, ¿ cómo es que ha tenido tantos reconocimientos desde entonces ? Para eso hay que fijarse en un par de detalles: el primero es que su única misión de combate en la Guerra le costó la vida, pero no antes de asegurarse de que se intentaran salvar todos sus compañeros de vuelo posibles, y lo segundo, que su muerte llegó en el momento más aciago de la Guerra para los EEUU, el día 10 de diciembre de 1941, muy poco después del descalabro de Pearl Harbor y en plena ofensiva que parecía imparable de los japoneses. Los héroes de esos primeros días, semanas y meses de la Guerra en el Pacífico tienen un valor muy particular en los EEUU, ya que para ellos representaron (siempre con la inestimable ayuda de la prensa) el auténtico "espíritu americano", y por ello alcanzaron la gloria para siempre en su país (con las típicas excepciones de aquellos que no eran, como se dice tanto hoy en día, "políticamente correctos",  normalmente por tener un carácter demasiado crítico con sus superiores, como en el caso ocurrido con el piloto de la Us Navy "Sueco" Vejtasa durante la Batalla de Santa Cruz menos de un año después).

 Nacido en 1915 en la ciudad de Madison del Estado de Florida, en 1933 ingresó en la famosa academia militar de West Point, donde se graduó en 1937. Después se trasladó a la Base de las Fuerzas Aéreas en Randolph Field en Texas, donde se ganó sus alas y comenzó a volar en los por entonces novedosos Boeing B-17 Flying Fortress. Destinado a la Base Aérea de March Field en California para formar parte del 19º BG, en junio de 1940, poco después de nacer su primer y único hijo, fue ascendido a Primer Teniente. Para entonces la situación en el Pacífico se deterioraba por momentos, por lo que era necesario trasladar unidades a la zona, lo cual en si mismo ya era un problema por las enormes distancias. Kelly fue reasignado para integrarse en el 14º BS del 11º BG, que junto a otro Grupo de B-17 (el 5º BG) habían sido seleccionados para destacarse en el aeródromo de Hickam, en la isla de Oahu en las Hawái, por lo que durante el verano de 1941 realizaron el largo trayecto desde California hasta ese archipiélago. Pero la situación de las Fuerzas Aéreas en las islas Filipinas era aún más desesperada que en las Hawái, y se decidió que el 19º BG, que en esos momentos se estaba reconstituyendo en esas islas, fuese reforzado lo más rápido posible, por lo que se destinaron nueve aparatos de ambos Grupos (el 11º y el ) para que se trasladaran allí y se integrasen en el 19ª BG. El Comandante de este destacamento, el Mayor Emmett O´Donnell Jr. escogió a las mejores tripulaciones de ambos Grupos, y entre ellas a la de Colin Kelly, en ese momento ascendido de forma provisional a Capitán. 


Dos instantáneas de Colin Kelly antes de la Guerra: a la derecha vestido como cadete de West Point, y la izquierda, con la chaqueta de vuelo, una imagen quizá de cuando estaba en la academia de vuelo o poco después de ser destinado al Cuerpo Aéreo del Ejército. El aparato que aparece tras él me resulta muy complicado de identificar, pero bien podría ser una de las variantes del Fokker-Atlantic (General Aviation) XB-8, posiblemente uno de los redesignados como YO-27.


 El 5 de septiembre comenzó el vuelo de traslado, una odisea que implicaba volar por algunos trayectos desconocidos y sobre vastas extensiones de océano, donde además tendrían que mantener el silencio radio ya que atravesarían zonas bajo dominio japonés. Los tramos del viaje fueron de Oahu hasta Midway y luego hasta Wake, de allí hasta Port Moresby, luego a Darwin y de allí hasta Fort Stotsenburg, en la isla de Luzón, para trasladarse sólo unos kilómetros más hasta su Base en Clark Field, donde aterrizaron el día 12 de septiembre. Un viaje de una semana y casi 16.000 km que les valió a los pilotos, entre ellos a Kelly, la Cruz de Vuelo Distinguido, y que demostraba que era posible reforzar la Filipinas por vía aérea con este tipo de aviones, sin tener que depender del complejo y desesperadamente lento proceso de ser llevados allí por vía marítima. Otro asunto es que las Fuerzas Aéreas estuviesen en disposición real de poder reforzar las lejanas posiciones de ultramar, debido al alarmante escaso número de aviones disponibles.


Las rutas aéreas del Pacífico se volvieron de suma importancia cuando la tensión con Japón se hizo cada vez más insoportable. Las Filipinas estaban al final de las líneas, y cuando los EEUU intentaron reforzar sus defensas aéreas con urgencia se encontraron con que apenas se conocía nada sobre la navegación aérea en esas vastas extensiones de océano, incluso los mapas con la inmensa multitud de pequeñas islas no eran del todo exactos. Ya en los meses previos a la Guerra los aviones que iban de las Hawái a las Filipinas evitaban la ruta más directa a través de Guam, por lo que el Grupo pionero de Colin Kelly tuvo que hacer el rodeo hacia el sur una vez que despegaron de Wake, para ir desde allí hasta Port Moresby. Cuando semanas después cayó Wake y posteriormente los japoneses se fueron extendiendo hacia el sur, la ruta cada vez tuvo que desviarse más hacia las islas sureñas, alargando aún más el trayecto.
 

 En las siguientes semanas continuó creciendo la tensión en la zona, y los B-17 realizaron múltiples vuelos de reconocimiento ante la alerta de los movimientos de tropas japoneses. El 5 de diciembre de 1941 el propio Kelly voló una de estas misiones sobre Formosa, observando una gran cantidad de barcos que parecían tener rumbo hacia la isla de Luzón. El ataque parecía inminente, por lo que al día siguiente se ordenó a unos 16 B-17, entre ellos al de Kelly, que se trasladasen al campo de aviación de Del Monte en la isla de Mindanao en un intento de dispersar las fuerzas. Este movimiento fue crucial para los acontecimientos posteriores, ya que el día 8 los ataques aéreos sobre las bases norteamericanas en la isla de Luzón a cargo de las formaciones japonesas basadas en Formosa eliminaron la gran mayoría de los B-17 (así como del resto de modelos, en especial los cazas Curtiss P-40B). 

Al día siguiente el Major O´Donnell consiguió llevar a seis de los B-17 destacados en el sur hasta el aeródromo de San Marcelino (también se dice que llegaron al de Mariveles), y desde allí se trasladó hasta Clark para evaluar la situación y recibir órdenes. Mientras, las seis tripulaciones pasaban la noche del 9 al 10 de diciembre durmiendo bajo sus aviones, esperando la orden de despegar en cualquier momento. Amaneciendo el día 10 se les comunicó por radio que tres aviones realizaran el pequeño salto hasta Clark para abastecerse y comenzar la ofensiva, y a primea hora de la mañana aterrizaban en el destrozado aeródromo, entre ellos el aparato de Kelly. Hasta ese momento, los relatos de los acontecimientos son un tanto enrevesados, pero a partir de entonces incluso se complican más, ya que hay diferentes versiones sobre lo ocurrido, que van desde las órdenes recibidas en el momento de despegar hasta el trágico desenlace final, pasando por los objetivos atacados y los aviones que los atacaron a ellos. 

 Posiblemente el objetivo inicial de los tres bombarderos destacados hasta Clark era el de rearmarse y realizar una incursión sobre los aeródromos japoneses en Formosa, pero la situación variaba por momentos, y mientras se abastecían los aparatos sonó la alarma de ataque aéreo. El avión de Kelly tuvo que despegar de inmediato con sólo la mitad de la carga de bombas estándar (tres bombas de demolición de 272 kg) y posiblemente sin el combustible necesario para llegar hasta Formosa. A los otros dos B-17 seguramente les ocurriría lo mismo, pero los tres despegaron y se dirigieron al norte, ya que habían llegado informes sobre formaciones de buques japoneses, entre ellos un portaaviones, que estaban realizando desembarcos en la zona. Las prisas por despegar y no ser destruidos en tierra llevaron a que los tres bombarderos volaran de forma independiente, por supuesto sin ningún tipo de escolta, para localizar posibles objetivos. Ni que decir tiene que esto ya de por si era una misión casi suicida. Las otras dos Fortalezas Volantes atacaron a los barcos que lograron localizar, pero que se sepa no lograron ningún impacto. Ambos aparatos regresaron, uno de ellos alcanzado por los cazas en un motor consiguió aterrizar en San Marcelino mientras que el otro, ya fuese por falta de combustible o por otras causas, tuvo que amerizar en la costa frente a Zamboanga. Ambas tripulaciones resultaron ilesas.

 Volando hacia el norte, Kelly y su tripulación divisaron una fuerza de desembarco cercana a Aparri, e intentaron comunicarse por radio con la base de Clark para recibir órdenes, al parecer sin conseguirlo, por lo que decidieron atacarlos en solitario. Fijaron su atención en lo que creyeron un acorazado de la clase Nagato o Fuso, aunque en realidad se trataba del crucero ligero Natori. Volando a unos 6.000 metros realizaron dos pasadas para que el bombardero, el  Sargento Meyer Levin pudiese apuntar debidamente, y a la tercera pasada lanzaron sus tres bombas, que explotaron muy cercanas al crucero. Posteriormente se supo que el Natori resultó dañado por impactos cercanos y tuvo que retirarse a Takao durante unos días para reparaciones de urgencia. El destructor Harukaze (o quizá el dragaminas W-19) también sufrió algún daño por los impactos cercanos. Pero la tripulación de Kelly no pudo observar los daños desde su altura, más allá de ver como las bombas explotaban muy cercanas, creyendo que al menos una de ellas había impactado en el buque más grande, el que confundían con un acorazado.

 Y es que para entonces tenían otros problemas, ya que poco después de efectuar el lanzamiento y cuando acababan de poner rumbo a Clark aparecieron cazas Mitsubishi A6M2 Zero del Grupo Aéreo Tainan que habían estado patrullando sobre los desembarcos en Vigan. Se dice que uno de los aparatos implicado en la persecución fue el del propio as japonés Saburo Sakai, pero es bastante difícil de asegurar. El caso es que mientras el B-17 se mantuvo por encima de los 6.000 metros y a la velocidad máxima posible, a los Zero les costaba acercarse hasta el bombardero, pero una vez que empezó a efectuar el descenso los cazas japoneses lo fueron acribillando sin que las ametralladoras manuales de esta versión del bombardero les estorbasen demasiado. El primer tripulante en caer fue el Sgt Tech William Delehanty que manejaba una de las ametralladoras de los costados. Estas primeros impactos alcanzaron también las botellas de oxígeno y el panel de instrumentos, hiriendo al operador de radio Robert E. Altman. En el segundo asalto los disparos prendieron fuego al ala de babor, y las llamas se extendieron rápidamente hasta el fuselaje. A sólo unos 8 km de Clark los dos motores de estribor estaban ardiendo, y el fuego había llegado a la cabina de mandos. Con el avión ardiendo por todas partes y enfilando sin remedio hacia tierra, los cazas japoneses se retiraron. Aunque Kelly aún lo mantenía nivelado, el B-17 estaba condenado, y ordenó a toda la tripulación que lo abandonase mientras aún podía mantenerlo así. El Sgt James E. Halkyard, y los soldados Willard L. Money y el herido Robert E. Altman pudieron saltar por la puerta trasera del fuselaje. A la vez, el navegante 2nd Lt Joe M. Bean y el bombardero Sgt Meyer Levin saltaron por la escotilla del morro. Sólo quedaban en el avión Kelly y su copiloto, el Lt Donald Robins, prácticamente envueltos en llamas en la cabina, y cuando Robins intentaba abrir la escotilla superior de la cabina para saltar, el B-17 explotó en una bola de fuego. Increíblemente, Robins salió despedido por la explosión pero fue capaz de abrir el paracaídas. Kelly, junto con el cuerpo sin vida del Sgt Delehanty, cayeron envueltos en llamas con el avión. Estaban a menos de cinco kilómetros al este de Clark.

 Poco después los equipos de rescate encontraban a los aviadores que habían saltado en paracaídas, más o menos en condiciones aceptables con la excepción del copiloto Lt Robins, que había salido despedido con la explosión y estaba gravemente herido. Aunque fue hospitalizado, murió pocos días después. Cuando llegaron a los restos del avión, lo encontraron destrozado, aún con partes en llamas y la cabina completamente quemada. El cuerpo del Sgt Delehanty fue recuperado, y también el del Capitán Colin Kelly, aún con el paracaídas puesto y sin abrir. No quedó claro si murió por la explosión en el aire o en el choque. Ambos fueron enterrados en la zona, pero en la posguerra se les trasladó a los EEUU. Delehanty fue enterrado en el Cementerio Nacional de Long Island, mientras que Colin Kelly fue trasladado al cementerio de Oak Ridge en su ciudad natal de Madison.

 El resto de la tripulación volvió poco después al servicio activo, con suertes dispares: Levin continuó volando como bombardero hasta que murió al quedarse sin combustible el B-17 del que era parte de la tripulación sobre el Golfo de Papúa, y recibió la Estrella de Plata póstuma. Halkyard se unió a las guerrillas cuando cayeron las islas, pero tuvo que ser evacuado por razones de salud, aunque permaneció posteriormente en las Fuerzas Aéreas. Money continuó en las Filipinas durante toda la Guerra manejando una estación de radio meteorológica en Mindanao hasta que las islas fueron liberadas. Bean continuó volando misiones de combate y siguió en las Fuerzas Aéreas tras la Guerra. Altman tuvo la desgracia de caer prisionero y estuvo toda la Guerra retenido, aunque consiguió sobrevivir.


Boeing B-17C Flying Fortress del 19º BG, estacionado en el aeródromo de Iba, a unos 160 km al noroeste de Manila. Este aparato era prácticamente idéntico al pilotado por Colin Kelly el día de su última misión. Sólo se construyeron 38 unidades del B-17C, y 20 de ellos fueron los primeros B-17 transferidos a la RAF, designados como Fortress Mk I y asignados al No. 90 Sqn (donde sirvieron poco tiempo con muy poco éxito). Se dice que los 18 B-17 restantes de la USAAC fueron devueltos a Boeing en enero de 1941 para ser actualizados al estándar del nuevo B-17D, que era básicamente similar en el exterior pero con nuevos sistemas eléctricos, mejor blindaje y protección. Con todo, el Flying Fortress en estas versiones iniciales "aleta de tiburón", como se les conocía por la forma del timón de cola, tenían un armamento defensivo que dejaba bastante que desear, ya que sólo estaba equipado con ametralladoras servidas a mano. La nueva unidad de cola muy agrandada, que mejoraba el control a grandes altitudes, y las torretas artilladas dorsales, ventral y de cola tuvieron que esperar hasta el B-17E. Con todo, el B-17C fue, y es un dato creo que poco conocido, el B-17 más rápido de todos los modelos construidos, ya que al ser más ligero que sus sucesores y montar los por entonces nuevos motores Wright R-1820-65 Cyclone de 1.200 hp al despegue, alcanzaba una velocidad máxima en altura, gracias a sus turbocompresores, de 520 km/h a 7.600 metros, por lo que a los Mitsubishi A6M-2 Zero con su pequeño motor Sakae equipado igualmente con un muy pequeño compresor le costaba alcanzarlos a grandes alturas, lo que hizo que no pudiesen atacar al avión de Kelly debidamente, hasta que este comenzó a perder altura para llegar a Clark Field.


 Colin Kelly fue aclamado como un héroe de inmediato. El relato de su hazaña se extendió rápidamente hasta llegar a los EEUU, necesitados de acciones de este tipo en esos días tan negros. Debido a la confusión en la identificación del buque que habían atacado, la prensa del país rápidamente publicó que habían atacado y hundido al acorazado Haruna. Cuando se hizo evidente que no era así, se dijo que se había hundido al crucero pesado Ashigara, lo cual también era erróneo. Otro error que se difundió en los primeros días es que a Kelly se le había otorgado la Medalla de Honor, algo que se creyó durante bastante tiempo, aunque al menos hay que decir que realmente fue propuesto a ella por el General Lewis H. Brereton

 Lo que si era cierto de las publicaciones es que Kellly había permanecido en su puesto, pilotando un avión en llamas mientras su tripulación intentaba ponerse a salvo. Sin duda un acto de heroísmo, que ni fue el primero de este tipo que sucedía en la Guerra ni sería el último, pero que si fue el primero de entre los pilotos norteamericanos. En esos momentos era todo lo que necesitaba el público en su país, un joven soldado, casado y con un hijo pequeño que se sacrificaba para salvar a sus compañeros. Además, habían caído, junto a su bombardero, por cierto en el primer Boeing B-17 Flying Fortress que era derribado en combate, atacando al enemigo, no en una acción puramente defensiva. Este hecho, el de morir atacando, se publicitó como un indicativo de que las Fuerzas Armadas de los EEUU, a pesar de los gravísimos reveses sufridos en esos días, y en lo que vendrían, tenía intención de contraatacar, y que lo harían con los sacrificios que fuesen necesarios. 

 Es por eso que la figura del Capitán Colin Kelly fue tan importante en su momento, por más que los años, por supuesto, lo hayan relegado, junto con tantos otros aviadores de todos los países del conflicto, cada vez más al olvido. Quizá el mejor homenaje a su acto de heroísmo se produjo por parte del propio Presidente, Franklin D. Roosevelt, que el día 17 de diciembre de 1941, coincidiendo con el 39 aniversario del histórico primer vuelo de los hermanos Wright, emitió una carta con destino "al futuro Presidente de los EEUU en 1956", instándole a que permitiese al hijo de Kelly, que para esas fechas tendría la edad necesaria, el ingresar, al igual que había hecho su padre, en la prestigiosa Academia militar de West Point


Durante bastante tiempo se especuló con la identidad del buque de guerra atacado por Colin Kelly y su tripulación: ellos mismos iniciaron la confusión al pensar que atacaban a un acorazado, y posteriormente la prensa de su país, deseosa de grandes titulares, dijo que habían hundido el acorazado Haruna. Mas tarde se cambió esta versión por la del crucero pesado Ashigara, pero lo más probable, casi con absoluta certeza, fue que atacaron al crucero ligero Natori, que vemos arriba en una imagen bastante anterior a la Guerra. El Natori, un crucero ligero de la clase Nagara, había sido botado a primeros de la década de los veinte, y ya era todo un veterano cuando comenzó la Guerra. Es curioso que este buque fue repetidamente mal identificado por los estadounidenses, tanto el día del bombardeo de Kelly, al poco de comenzar el conflicto, como el día de su hundimiento: el 18 de agosto de 1944 el submarino SS Hardhead lo encuentra al este del Estrecho de San Bernardino, lo torpedea varias veces y se hunde unas horas después. Lo curioso es que el capitán del SS Hardhead, F. McMaster, también lo identificó como un acorazado. No fue hasta trece días después, el 31 de agosto, cuando otro submarino norteamericano, el SS Stingray rescata a un oficial y tres marineros en un bote salvavidas, todos en un estado lamentable, y estos confirman que eran parte de la tripulación del Natori.



Fuentes:

-https://www.historynet.com/b-17-pilot-colin-kelly-remembering-a-fallen-american-wwii-hero.htm

-https://pacificwrecks.com/aircraft/b-17/40-2045.html

-https://avgeekery.com/captain-colin-kelly-usaaf-americas-first-world-war-two-hero/

-https://www-airforcemag-com.translate.goog/article/valor-colin-kelly/?_x_tr_sl=en&_x_tr_tl=es&_x_tr_hl=es&_x_tr_pto=sc

-https://en.wikipedia.org/wiki/Colin_Kelly

-https://www.thisdayinaviation.com/tag/colin-purdie-kelly-jr/

-https://en.wikipedia.org/wiki/14th_Bombardment_Squadron

-https://en.wikipedia.org/wiki/19th_Operations_Group

-https://www.littlerock.af.mil/News/History/19th-Bombardment-Group-BG/

 

 

 

 

Comentarios

  1. Aunque supongo que conoces esta página aquí hay más información acerca del avión y el informe oficial de la pérdida del aparato.
    https://b17flyingfortress.de/en/b17/40-2045/

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    1. Gracias César!!. Pues no, esa página no la había visto. Ahora le he echado un vistazo. De todas formas la información es casi la misma en todas ellas, desgraciadamente. El informe oficial también está entre los enlaces que he puesto al final del post, así como el enlace que viene al final de la página que comentas, el de thisdayinaviation.com, una web bastante buena, a mi modo de ver. Como siempre, muchas gracias por tu atención, querido amigo!!

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    2. No hay de que Antonio. En esa página hay información de todos o casi todos los B-17 construidos. Incluyendo listados de tripulantes, daños recibidos, destino final etc.

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