Adquisiciones de aviones por el Japón en los años treinta (III)
Douglas DC-4E
Diseñado con la intención de sustituir al Douglas DC-3, el prototipo del Douglas DC-4E (E por experimental) voló por primera vez en junio de 1938.
Era un aparato soberbio, construido íntegramente en metal, con cuatro motores, cola de tres derivas (para adaptarse a la altura de los hangares de la época), cabina de pasaje presurizada con aire acondicionado y un novedoso tren de aterrizaje triciclo retráctil.Sin embargo, su relación coste-prestaciones-economía operativa no fueran buenos, y perdió el apoyo de las compañías aéreas, que buscaban sobre todo la economía de costes.Posteriormente se desarrolló el bastante más simple pero efectivo Douglas DC-4, que tendría un gran éxito tanto en su variante militar como civil.
El único prototipo construido fue vendido finales de 1939 a la compañía aérea Dai Nippon Koku KK y designado LXD-1.Poco después de su llegada al Japón, se informó de que el avión se había estrellado en la Bahía de Tokio, pero al parecer se le entregó a la empresa Nakajima, que lo desmontó por completo para realizar tareas de investigación y tecnología inversa, que al parecer utilizaron en el desarrollo del bombardero cuatrimotor Nakajima G5N Shinzan, que sin embargo no tuvo éxito, construyéndose sólo unos seis prototipos, de los que algunos se usaron como transportes para la Marina Imperial.
El único DC-4E construido.Se trataba de un proyecto muy ambicioso para la época, pero su elevado coste hizo que las compañías aéreas norteamericanas retirasen su apoyo.
El proyecto de bombardero de largo alcance de la Marina Imperial, el Nakajima G5N, estaba basado en el DC-4E, y aunque mantenía la estructura básica en metal de éste, tenía numerosas diferencias.Las superficies de control estaban revestidas de tela y la cola pasa de tres a dos derivas.Por supuesto, la disposición del fuselaje era diferente, así como los motores, que en principio eran los Nakajima Mamori, aunque también se usaron los Mitsubishi Kasei.
Fuentes:
-Enciclopedia Ilustrada de la Aviación, Editorial Delta, Tomo 6, pág. 1540; y tomo 10, pág. 2578.
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